Algún día haré esto extraño; me sentaré a tu lado con una extensa lectura de Althusser, tu leerás Cosser; me acercaré a tu oído , si extraño a tu oído… te diré que leas en voz baja, que por favor no me distraigas, que te cambies de mesa o de universidad! Las cosas no pueden seguir así. Los estructuralistas no se pueden leer con una voz entrecortada que al murmurar deja salir un S que me distrae de los AIE.
Extraño, me acercaré y besaré tu mejilla, desisto de la idea de tu mejilla, tu boca roja se ve mucho más suave. Extraño, ya no te hablo, sólo te beso, beso con sabor a canela, beso que nunca quise dar pero que doy, beso que calma las ganas de invisibilizarte. Extraño ese beso no es para ti, no beso tus labios, lo sabes, lo sé. No puedo dejar de buscarte y no encontrarte, de encontrarte para no hallarte. Esto es tan triste y algo gracioso. Risa sardónica: ja ja ja. Cuando se mueve tu pie se mueve toda la mesa, odio tanto eso! Deberías cambiarte de mesa o de universidad! Las cosas no pueden seguir así.
Retumba en mis oídos el murmullo por la fractura de la hojarasca, muda, ebria, fría, congelada, muerta.
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