Thursday, March 3, 2011

Molloy G.B. (Fragmento)



No hace falta ser muy listo para encontrar un calmante en la vida de los muertos. Entonces, ¿qué espero para conjurar la mía? Ya llega, Ya llega, desde aquí estoy oyendo el estertor que, aunque no sea yo quien lo exhale, va a sumirlo todo en la calma. Mientras, es inútil saber que estoy difunto, no lo estoy me voy retorciendo todavía, los cabellos crecen, se alargan las uñas, se vacían las entrañas, han muerto todos los enterradores. Alguien, quizás uno mimo, ha descorrido las cortinas. Ni el más leve ruido. ¿Dónde están las moscas de las que tanto nos habían hablado? Hay que rendirse a la evidencia, no soy yo el muerto, sino todos los demás.  


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